Romántica Olimpia
Si se viaja el Peloponeso, una de las visitas casi obligadas es Olimpia. A día de hoy el pueblo se mantiene básicamente por y para el turismo (muy alemán y mucho francés), pero el sitio arqueológico donde en la Antigüedad se celebraban los Juegos Olímpicos (para situarnos, los primeros se celebraron en el 776 a.C.) merece mucho la pena. Si bien «solo quedan restos» (la premisa para la que hay que estar preparado cuando se viaja a Grecia), el paseo por todo el lugar es muy agradable y consigue que te hagas una idea del tamaño y las actividades que allí se realizaban. Además se puede visitar un museo con más explicaciones, alguna que otra escultura relevante y unos mosaicos que me encantaron por su expresividad.