septiembre 7

Me miras, te miro

Una tarde cualquiera en un café con vistas al mar. Nuestras mesas han sido ocupadas por otros – quién sabe – cientos de individuos. Pero esa tarde somos nosotros, y, en un instante casi imperceptible, nuestras miradas se cruzaron.

Pagas, te vas. Ya ni recuerdas la cara de quién estaba sentado en la mesa de enfrente, cuya mirada cruzaste hace tan sólo media hora. Pero la cámara no olvida, y ese instante queda grabado para siempre, en forma de fotografía.