Mirada de carnero
De fiordos y su fauna
Por la zona de Fuglabjagarnes hay una ruta que pasa por una playa llena de restos traídos por el mar. También hay que caminar por una zona de hierba alta con «trampa», porque absorbe el agua como si no hubiera un mañana, así que hay que ir saltando de alto en alto a ver si hay suerte y no te calas. Por ahí campan a sus anchas los carneros, como no. El giro de la ruta circular lo haces cuando llegas a una zona de acantilados escarpados, repleta de pájaros. Y, si te paras a mirar, quizás veas algún que otro animal…:-)
Los acantilados de Vík
Como siempre parece que las cosas se ven mejor desde arriba, nos subimos a los acantilados de Vík i Myrdal. El camino empieza desde el supermercado que hay a la entrada del pueblo viniendo desde Reikiavik, y se ve perfectamente desde abajo (los acantilados no tienen pérdida). En una hora/hora y media se puede subir y bajar, eso sí, sabiendo que la cuesta es bastante costosa. Pero las vistas desde lo alto merecen la pena (si hace buen día, porque si está nublado no se recomienda subir, puesto que no hay ningún tipo de protección).
Como no, la zona está habitada por carneros, además de montones de pájaros que los sobrevuelan a diario. Lástima que se nos hubiera pasado la época de los frailecillos (están aproximadamente hasta finales de agosto), y sólo pudimos ver un resto suyo…
Islandia, tierra de carneros
Como no podía ser de otra manera, mi serie de fotos islandesas comienza con carneros, que son los habitantes de Islandia más fáciles de ver (dicen que hay tres por cada islandés). En el primer día de viaje visitamos la zona geotérmica de Hengill, con zonas de agua a 100º que dan al paisaje un ambiente épico increíble 🙂