La catedral de Burgos
Búnker de El Capricho
Gracias a Patrimonio de Madrid también pudimos visitar el búnker de El Capricho, construido durante la Guerra Civil y utilizado por el Ejército Republicano. Según nos comentó el guía, es uno de los primeros búnker que se construyeron, puesto que hasta la Guerra Civil española no empezaron a realizarse bombardeos aéreos, por lo que se utilizó como modelo para muchos búnker que se construyeron posteriormente.
Lo más curioso de este es que hubo tiempo para construirlo, y por ello cuenta con pasillos abovedados y alicatado bastante generoso para lo que es habitual. Es muy curioso el uso que hacen de los azulejos, muy variados entre las distintas estancias, para saber en cuál estaban en caso de que hubiese humo y tuviesen que arrastrarse por el suelo. También es interesante la elección de poner los respiraderos en la parte baja de la pared, para que el oxígeno hiciera subir las partículas tóxicas en caso de ataque con gas venenoso.
Además cuenta con un aljibe, de fundamental importancia, puesto que en este espacio podrían convivir hasta 200 personas.
Sin duda se trata de una visita muy recomendable a ese patrimonio (ya no tan) desconocido de Madrid.
Frontón Beti Jai
Gracias a las visitas guiadas de Patrimonio de Madrid pude conocer el Frontón Beti Jai, el único que queda de los cinco o seis que hubo en Madrid a finales del siglo XIX, en su época de máximo esplendor. Tras pocos años de uso para su función original se utilizó como concesionario, cárcel, taller de chapa, fábrica o comisaría (entre otros muchos usos), y no ha sido hasta 2011 que se convirtió en Bien de Interés Cultural y 2015 que fue expropiado por el Ayuntamiento para su recuperación y transformación (posiblemente) en centro cultural con cine de verano. Sin duda se trata de un espacio sorprendente cuya visita merece mucho la pena.