Por los callejones
Una de las cosas que más me gusta de Italia en general y de Roma en particular son sus callejones, túneles oscuros que llevan a patios vagamente iluminados, decorados con plantas y, siempre, silenciosos. Un espacio en el que introducirse para dejar atrás el ruido de las calles principales, el sol y las aglomeraciones; en definitiva: un oasis de paz en el caos.
Cuesta multicolor
Una de las imágenes más conocidas de Valparaíso es esta cuesta, una de tantas de las que se dirigen a lo alto de los cerros en los que se distribuye la ciudad, pero especialmente famosa por su colorido, que alegra la muy empinada subida.
Si bien «Valpo» (como se conoce a la ciudad cariñosamente) es un sitio complicado para vivir (no solo por sus subidas, sino también por lo caótico), recorrer su intrincada geografía y contemplar el mar desde lo alto merece mucho la pena.
Fachadas chilenas
Una muestra de la rica variedad de fachadas que alegraron mi vista en distintos puntos de la geografía chilena…(reitero de nuevo, como hice en mi primer post sobre Chile, el valor del color en el país)