Érase una vez un avión abandonado
Érase una vez un avión abandonado en Islandia. El 24 de noviembre de 1973, un avión americano tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia debido a una supuesta pérdida de combustible, que en realidad era un fallo en los controles. O pudo tener problemas por el cambio drástico de temperatura mientras sobrevolaba el glaciar Vatnajökull. Sea como fuere, parece que todo el mundo concuerda en que el aterrizaje no se cobró vidas humanas, aunque quién sabe porqué misteriosa razón, se decidió dejar el avión abandonado cerca del mar, sobre la arena negra.
Con el paso de los años el avión fue deteriorándose, mientras el interés de los turistas iba en aumento. A día de hoy el avión ha dejado de estar abandonado, puesto que a diario recibe multitud de visitas que lo fotografían, pisan y desmontan.
Y colorín colorado, esta historia se ha acabado.