Vecinas neoyorquinas
Una ciudad nueva que no olvida su pasado
Uno de los lugares que más ganas teníamos de conocer es Hiroshima, sobre todo después de haber leído el manga «Hiroshima» de Keiji Nakazawa. Aunque íbamos más o menos mentalizados para lo que nos podíamos encontrar, la ciudad nos sorprendió por su amplitud, su arquitectura moderna y su tranquilidad.
Pero Hiroshima también es una ciudad viva, que quiere recordar su pasado para aprender de el, y por ello han creado el Parque Memorial de la Paz, donde se encuentra la Cúpula Genbaku o de la bomba atómica, que hoy día es un icono del país.
A pesar de que no es una visita fácil emocionalmente hablando, merece muchísimo la pena recorrer el parque y cada una de sus esculturas recordatorio, además del Espacio Memorial por las víctimas y el Museo de la Paz, puesto que en su conjunto sirven de aproximación al hecho histórico y, sobre todo, a sus consecuencias y cómo reaccionó frente a ello el pueblo japonés.