Cuando fuimos los mejores
La vida, curiosa ella, no deja de sorprender al descubrirte lugares desconocidos hasta entonces,
nuevos compañeros de viaje, e, incluso, un tú distinto.
Entonces te sonríes, pensando que jamás habrías imaginado algo así,
y sientes que es un momento irrepetible, un recuerdo al que volver siempre que lo necesites.