Esta fue la segunda vez que he podido visitar el Perito Moreno y volvería una y mil veces más, porque es uno de esos lugares que siempre impresiona y se queda grabado en tu retina. Ya de entrada sorprende por su tamaño, pero saber que es el más pequeño de los glaciares del Parque Nacional en el que se encuentra te deja aún más patidifuso. La naturaleza puede ser alucinante.
Una de las cosas que nos sorprendió gratamente del viaje es la cantidad de fauna que pudimos ver, sobre todo aves. Algunas incluso se atrevían a pasear muy cerca de nosotros, quizás porque están acostumbradas a que la gente les de algo de comer (aunque en todas partes te indiquen que no lo hagas…).
Cara cara de cresta austral o Carancho
Un pájaro que sabe cómo posar
Gracias por colocarte tan bien 🙂
El rayadito común
Un ejemplar de pájaro carpintero gigante hembra
Y aquí el macho, situado en el árbol de la izquierda
Uno de los muchos gansos de magallanes que vimos por la zona
Lo mires por donde lo mires, el Fitz Roy nos dejó posiblemente las estampas más bellas de todo el viaje. Una suerte haber podido caminar cerca de él, sentirlo omnipresente dominando el paisaje, y disfrutar de un precioso día de otoño en las proximidades de El Chaltén.
