enero 20

El cielo belga

En ocasiones, cuando veía un cuadro de artistas centroeuropeos, pensaba que, con el paso de los años, habría ido perdiendo color y difuminándose. Pero, habiendo estado por fin allí, he descubierto que ese cielo existe. Es un cielo difuso, repleto de nubes y niebla que tapan un sol que lucha por salir, pero que, inevitablemente, queda relegado a un segundo o tercer plano. Como si sobre el blanco de la luz del sol hubieran pintado de gris y azul, y luego lo hubieran extendido con el dedo.

P.D. Puede que este no sea el ejemplo más claro visto en una pintura, pero imagino que os haréis una idea 😉

enero 8

El sol en invierno

A día 22 de diciembre, sobrepasado ya el fin del mundo, sentí el sol sobre la piel en la terraza del museo catedralicio de Úbeda.

Qué bien sienta ese calor que estremece el alma cuando todo es invierno, cuando el cuerpo no espera ese regalo, y llega a calentarse hasta el alma…

En momentos así uno se da cuenta de lo que tiene España.

enero 6

Para mirar a través de una cerradura

«Para mirar a través de una cerradura
ojo y oquedad han de ser compatibles.

La cerradura tiene que ser lo suficientemente grande
para que el ojo vea claramente a través de ella
y debe mostrar
la verdadera realidad de las cosas.

Por su parte,
el ojo debe saber ver cuál es la verdad
que la oquedad quiere mostrarle
y no fiarse de lo que observe al otro lado.»

Sonia López Baena, 2004