abril 6

Ruta del Cares I: de Poncebos a Caín

Hasta ahora no nos habíamos atrevido con la ruta más famosa del Principado, en parte porque, tal y como sospechábamos, estaría hasta arriba de gente, pero sobre todo porque, en su totalidad, tiene 24 kilómetros de ida y otros 24 de vuelta. Una opción era quedar con alguien a mitad de camino para intercambiarse las llaves del coche, otra dormir en un extremo y hacer la vuelta al día siguiente…pero, finalmente, optamos por hacer la mitad del camino, desde Poncebos (donde también está el funicular de Bulnes) hasta Caín, ya en León, y vuelta. En total 24 kilómetros.

Personalmente, y aunque había visto algunas fotos, no me la imaginaba así. De la ruta del desfiladero de las Xanas dicen que es un Cares en miniatura; nada que ver. La altura de las montañas y la profundidad del barranco, además de la extensión, hacen de la ruta del Cares un panorama inigualable, que, aunque a día de hoy sea una auténtica romería, merece la pena ver.

Sin olvidarme, claro está, de las cabras, que vagaban a sus anchas por sus dominios 🙂

Siguiendo las enseñanzas del maestro Cho-Ming Todo esto que veis aquí, es mío…
abril 5

Ruta del desfiladero de las Xanas

 

Hoy caminamos en busca de las Xanas o hadas asturianas, personajes mitológicos que habitan en ríos y cascadas. Se trata de una ruta corta, de unos 8 kilómetros ida y vuelta, y, según la mayoría de guías, ideal para toda la familia. Yo apuntaría que eso en el caso de que no haya ningún miembro con vértigo o nervioso, por eso de que le de por lanzarse al precipicio. Psh, menudencias…

Lo que más me ha gustado (quizás porque no me lo esperaba) ha sido el cambio de paisaje rocoso del desfiladero recubierto de musgo al tupido bosque de la parte superior, donde por fin caminamos a la vera del arroyo. Xanas no hemos visto, la verdad, pero sí cabras (de lejos) y sus excrementos (de cerca), además de unas vistas estupendas que, gracias a la vuelta de las lluvias, han resultado del tipo asturiano que más me gustan.

En definitiva, ha resultado un paseo de lo más agradable, bajo una lluvia suave y a una temperatura idónea. Un placer para los sentidos, sobre todo teniendo en cuenta que después nos hemos zampado un buen plato de gastronomía local 🙂

abril 2

Silencio

Caminamos por calles desiertas bajo la tenue luz de las farolas, las estrellas y la luna.

Sentimos en compañía la soledad y el vacío de un lugar que pudo ser y que ahora no es.

Un lugar en el que hasta el silencio parece haber perdido su nombre, porque su presencia lo es todo.

marzo 29

Reposo

A veces uno se sorprende al encontrar, en medio de una ciudad, un espacio en el que el tiempo parece detenerse, donde tan sólo se mueven las hojas de los árboles al son del viento y los haces de luz al de las nubes.

Todo está en reposo, tanto que hasta parece poder oírse el silencio.