Oye, ¡que Grecia es muy montañosa!
Durante el viaje tuvimos tan solo un día de lluvia, que justamente nos coincidió con la celebración del Día del trabajo. Ambas cosas nos hicieron tener que replantear la ruta para ese día, así que decidimos visitar algún pueblito del interior del Peloponeso, que oye, ¡está llenito de montañas! El lugar elegido fue Dimitsana, un pueblito con bastante encanto y que, incluso, podría recordar a algunos de la geografía española (quitando la torre de la iglesia estilo bizantino, claro, jeje).