Montmartre a ojo de pez
El barrio de Montmartre visto con ojo de pez.
Entre cuestas Montmatre alberga estampas,
algunas que lo caracterizan tal y como lo conocemos,
otras más desconocidas que comparte
con otros barrios de cualquier otra ciudad o país:
un viñedo enrejado,
callejones de aspecto residencial,
pequeñas tiendas con encanto de precios exorbitantes,
momentos de tranquilidad en una mañana laborable
de ventanas abiertas para ventilar y
terrazas recién puestas,
pintores en plazas que esperan la visita turista,
turistas que pasean, fotografían, admiran y compran…
Tout et de rien.
Cementerio de Montmartre
Todo espacio habitado tiene, casi por norma, su espacio deshabitado. Los cementerios no son tal, o sí, depende de como quieran entenderse, pero siempre me han parecido un punto más de referencia para conocer un lugar. En cada país se entiende de un modo distinto la muerte y la relación de los vivos con los muertos, lo cual se ve reflejado en sus cementerios (otro ejemplo aquí).
El cementerio de Montmartre se sitúa en uno de los barrios con más encanto de la ciudad, y consigue mimetizarse bien. Plagado de árboles, ofrece al visitante un tranquilo paseo, contando además con el aliciente de encontrarse entre sus tumbas las de muchas personalidades.