julio 14

Ruta cicloturista por las Bárdenas Reales

El pasado mes de junio aprovechamos que se había terminado por fin el curso escolar para irnos un fin de semana a las Bárdenas reales, un paraje semidesértico que recuerda mucho a los paisajes a que nos tienen acostumbrados los western.

Cuando logramos salir de Tudela, los primeros paisajes que recorrimos fueron campos de cultivo entre los que destacaban los arrozales.

La primera formación que vimos estaba pegada a un pueblito y nos recordó a la Cívica de Guadalajara, esas casas excavadas en piedra. 

Nos adentramos por fin en las Bárdenas y los primeros paisajes ya nos avisaron de lo que nos íbamos a encontrar a partir de entonces…

Una imagen vale más que mil palabras.

Eso sí, alucinamos con las formaciones geológicas similares a las cárcavas que ofrecen estampas como esta.

Caminos sin fin en los que aún había civilización.

Primera de las colinas que tuvimos que superar, con el ruido de fondo de las motos de moto cross.

No hay más fotos de la dramática ruta en la que claramente nos faltó agua (aunque nos salvó un autobusero que nos regaló cuatro botellas muy fresquitas) hasta que tuvimos la suerte de que llegó la lluvia y bajó la temperatura.

Al día siguiente la cosa fue mejor, aunque las lluvias también convirtieron la tierra en barro y costó avanzar a tramos…pero los paisajes siguieron siendo impresionantes.

Vimos incluso varias buitreras, algunas muy animadas como la que puede verse en la foto.

Una ruta en la que aprendimos muchas cosas sobre nosotros mismos…pero también conocimos un paraje increíble de los que abundan en España.

Bárdenas reales, Navarra y Zaragoza, España.
Junio 2023
enero 13

La Real Fábrica de Armas y municiones

Muy cerquita de la selva de Irati, concretamente en el municipio de Orbaizeta, se encuentran los restos de lo que en su día fue una Real Fábrica de armas y municiones. Con tan sólo cien años de uso (de 1784 a 1884), lo que seguramente fue un gran complejo ha quedado reducido actualmente a unas cuántas paredes derruidas, recovecos llenos de basura y una serie de arcadas cubriendo el río. Y, en todas partes, la vegetación crece a su antojo, subiendo el gris con verde y cerrando los caminos que un día fueron pasillos.