noviembre 8

Il Pantheon

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Uno de los monumentos más increíbles, no sólo de Roma, sino del mundo entero, es el Panteón de Agripa, reconstrucción del templo de Agripa (27 a.C.) en tiempos de Adriano (123-125 d.C.). Cómo es posible leer en muchos sitios, el templo sorprende cuando uno accede a su interior, porque por fuera no da la sensación de ser tan grande como lo es por dentro.

Su cúpula es todo un prodigio de la arquitectura, que ha sido estudiada y utilizada como modelo por genios como Brunelleschi o Miguel Ángel. A ojos de un observador inexperto, simplemente sorprende por su tamaño y su perfección, además de por su ojo central, abierto, a través del cuál se pueden ver las nubes, ¡e incluso llover o nevar!

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octubre 26

Verso il tramonto romano

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En el Altare della Patria, o Monumento nazionale a Vittorio Emmanuele II, hay un ascensor que sube hasta lo alto y desde el cual se puede ver Roma 360º. Subir con dicho ascensor cuesta 7€, por lo que una servidora no ha estado arriba. Peeeero, subiendo las escaleras de Santa Maria in Aracoeli, que está justo detrás del monumento, se accede a una terraza que está a un nivel más bajo, desde la cual se pueden ver vistas de la ciudad, aunque no desde tan alto, claro.

Disfrutar del atardecer romano es toda una experiencia, y si encima es con vistas (a los tejados, al foro), pues mejor que mejor.

octubre 20

Laocoonte y sus hijos

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«Ellas, con marcha firme, se lanzan hacia Laocoonte; primero se enroscan en los tiernos cuerpos de sus dos hijos, y rasgan a dentelladas sus miserables miembros; luego arrebatan al padre que, esgrimiendo un dardo, iba en auxilio de ellos, y lo sujetan con sus enormes anillos: ya ceñidas con dos vueltas alrededor de su cuerpo, y dos veces rodeado al cuello el escamoso lomo, todavía exceden por encima sus cabezas y sus erguidas cervices. Pugna con ambas manos Laocoonte por desatar aquellos nudos, mientras chorrea de sus vendas baba y negro veneno, y al propio tiempo eleva hasta los astros espantables clamores…»

Virgilio, Eneida