Ha costado un tiempo conseguirlo, ¡pero ayer por fin logramos hacer la cuerda larga! Como única pega puedo decir que hubo bastante viento, pero que no hiciese mucho calor ayudó a que fuese más liviana, y los paisajes desde arriba merecen la pena. Casi 21 kilómetros con subes y bajas constantes, así que hoy estoy un poco para el arrastre, jeje.
Como queríamos conocer rutas senderistas por la provincia, probamos suerte con este, que además se vende con el reclamo de parecerse al Caminito del Rey (aunque solo sea porque tiene un puente colgante).
El comienzo de la ruta es bastante impresionante, vas alcanzando altura desde el punto de origen, que es Canillas de Aceituno, siguiendo el camino del agua, y la mayor parte del camino podría poner los pelos de punta a cualquier acrofóbico.
Tras diversas subidas y bajadas con bastante desnivel, llegamos a Sedella, algo así como mitad de camino. La última parte de la ruta de vuelta a Canillas de Aceituno la hicimos por carretera, y con tanta curva y el calor se hizo un poco pesada. Por suerte al llegar al pueblo nos recibió un parque muy apañado para poder comer 🙂 En total 16,71 kilómetros.
Este año, en nuestras vacaciones anuales fuera de temporada a Torre del Mar, quisimos innovar haciendo rutas senderistas por la zona puesto que es la segunda provincia más montañosa de España. Así nos atrevimos a aventurarnos en el Parque Natural de los Montes de Málaga, que tiene unas vistas tal que así:
La cuestión es que, a nivel senderista, no parece que las rutas estén demasiado bien, en el sentido de que subir o bajar por cortafuegos con pendientes tremendas y plagados de piedras de esas que pisan y se mueven no es muy gratificante…y que, aún siendo noviembre, las temperaturas eran bastante altas.
En cualquier caso, pasamos por algún punto interesante, como una venta abandonada:
Habrá que investigar más la zona y ver si hay opciones mejor preparadas para el senderismo.
A pesar de la mala suerte que tuvimos con el día (lluvia + viento =ventisca del carajo), la zona de la laguna negra se merece la fama que tiene, el entorno es una auténtica preciosidad. Habrá que volver un día en el que no haga tan mal tiempo…
