En Tierra de fuego también pudimos observar unos cuantos pájaros interesantes.
Más gansos de Magallanes y (creo) porrones de cabeza roja
En la isla de los pájaros pueden verse multitud de ejemplares de cormoranes magallánicos e imperiales (y sí, ¡parecen pingüinos! Pero no lo son, jeje)
Y por fin vimos al ave más representativa del área austral, el cóndor.
El cóndor pasa (jeje)
Lo primero que vistamos en Ushuaia fue el famoso Parque Nacional Tierra de fuego, una muestra de la belleza paisajística del entorno, bastante diferente a lo que habíamos visto previamente en la Patagonia chilena y argentina.
En Tierra de fuego hay muchísima más vegetación y sus árboles son peculiares, parecen estar estirándose hacia el cielo, retorciéndose en su afán de encontrar cualquier resquicio que deje pasar la luz del sol.
Desde el propio parque también pueden verse algunas islitas que se encuentran en el canal del Beagle, e incluso desde alguna zona se ve Chile al otro lado.
Sin duda este parque es de visita obligada, muy agradable para recorrer a pie alguno de sus múltiples senderos, pudiendo ver muy diferentes paisajes, animales y alguna que otra edificación.
Desde Punta Arenas se puede ver Tierra de fuego, allá al fondo, cruzando el estrecho de Magallanes.
Es gracioso volver a escuchar esos nombres que no oías desde que estudiabas en el colegio, y más aún haber estado allí.
Mientras los barcos transitan por el estrecho, cientos de cormoranes descansan en una pasarela de madera ya vieja y abandonada.
La estampa emana esa sensación de que cualquier tiempo pasado fue siempre mejor…