enero
19
Las diez y treinta y tres
Una estación de autobuses,
en un punto indeterminado (y oculto entre la niebla)
del mapa de la Península.
Un lugar inhóspito,
deshabitado y helado.
Los carteles parecen esperar
la llegada de autobuses invisibles;
y los relojes hace tiempo
que se quedaron detenidos.
A las diez y treinta y tres,
la estación quedó en punto muerto.
P. D. Los lugares olvidados también tienen un lugar en mis colecciones…
No sé pero me ha parecido hasta un poquito romántico, será que llega San Valentín…
Me encanta Isa porque se supone que tiempo y espacio van unidos, pero aquí has parado el tiempo y el espacio es más significativo aún!
Eva, ¿será? ¿O será el café? 😛
Sonia, ¡gracias! ¡Qué reflexión más profunda! :-O